El viaje de una vacuna: Un puente de curación entre continentes

Fecha:2023-08-18
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World’s First Vaccine



Edward Jenner nació en Berkeley, Inglaterra, hace unos tres siglos, en medio de una grave crisis sanitaria, durante la cual una enfermedad altamente contagiosa y mortal conocida como "viruela" asolaba a la población, matando a casi 45.000 personas al año sólo en el Reino Unido. Al regresar a su ciudad natal, Jenner, que se había dedicado al estudio de la anatomía y la medicina desde los 12 años, descubrió la la viruela bovina, una enfermedad cuyos síntomas presentaban asombroso parecido con la viruela. Tras dedicar casi 20 años de su vida a la observación minuciosa y el análisis meticuloso, se atrevió a proponer que "inocular pus de viruela vacuna a los seres humanos podría darles la capacidad de luchar contra la viruela".


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En 1796, Jenner utilizó un cuchillo limpio para crear múltiples incisiones menores en el brazo de un niño pequeño y administró gotas de pus de viruela vacuna en estas heridas, siendo así pionero en lo que ahora se reconoce como la primera vacuna para los seres humanos. El niño se recuperó con éxito de los leves síntomas de la viruela vacuna y evitó cualquier infección posterior con el virus de la viruela. Gracias a sus investigaciones, Jenner había demostrado con éxito la correlación entre la viruela vacuna y la inmunidad contra la viruela, por lo que fue honrado como el Padre de la Inmunología.




Transporte de vacunas en cadena de frío



A lo largo de los dos últimos siglos, desde el descubrimiento de las vacunas, los importantes avances tecnológicos han impulsado el desarrollo de una amplia gama de tipos de vacunas. En consecuencia, la industria del transporte de vacunas ha surgido para satisfacer la creciente demanda de vacunas. Desde las fases iniciales de producción hasta el proceso fifinal de inoculación, el sector del transporte de vacunas en cadena de frío presenta enormes perspectivas de negocio. Las estadísticas disponibles muestran que el éxito del desarrollo de la vacuna COVID-19 ha dado lugar a un aumento signifificativo del mercado del transporte en cadena de frío; la tasa de crecimiento que experimentó este mercado superó 7,2 veces su valor anterior, y el espacio de mercado potencial para esta industria se sitúa en el rango de decenas de miles de millones de dólares. Según los conocedores del sector, el lanzamiento de la vacuna COVID-19 marcará el comienzo de un periodo favorable de transformación y avance para toda la industria farmacéutica de la cadena de frío.



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Sin embargo, la efificacia de las vacunas puede verse comprometida por diversos factores, como las altas temperaturas, las condiciones de congelación y la exposición prolongada a la luz. Por lo tanto, es imperativo que se almacenen, transporten y utilicen dentro de unas condiciones de temperatura específificas para mantener la integridad de las vacunas durante todo el proceso de transporte. En otras palabras, debe garantizarse una cadena de frío ininterrumpida desde los fabricantes hasta las unidades de vacunación, con un seguimiento en tiempo real. Para lograrlo, es esencial formular un plan de transporte conantelación.




Almacenamiento de vacunas



Para mantener la actividad de las vacunas, es crucial almacenarlas en un entorno de temperatura controlada, ya que son productos biológicos que requieren unas condiciones de temperatura específificas. También es crucial respetar estrictamente las normas de almacenamiento de las distintas vacunas, tanto en los laboratorios como en las unidades de vacunación. Las condiciones de almacenamiento de las vacunas varían en función de sus respectivas características y procesos de fabricación. Las vacunas inactivadas, las vacunas de vectores virales y las vacunas de proteínas recombinantes suelen almacenarse a temperaturas comprendidas entre 2 ° C y 8 ° C, mientras que las vacunas vivas atenuadas se almacenan a temperaturas normalmente inferiores a -20 ° C. Por su parte, las vacunas de ARNm, que constituyen la tercera generación de vacunas tras las vacunas inactivadas, vivas atenuadas y de vectores virales, presentan una estabilidad comparativamente inferior a la de otros tipos de vacunas. Por ejemplo, la vacuna de Pfifizer requiere un almacenamiento a temperaturas ultrabajas, que oscilan entre -80 ° C y -60° C, y permanece estable durante sólo 2 horas tras su descongelación a temperatura ambiente, y la vacuna Spikevax de Moderna, aunque relativamente más estable, sigue requiriendo un almacenamiento en un entorno de -20°C.



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La Organización Mundial de la Salud predice que, a escala mundial, cada año se desperdicia alrededor del 50% de las vacunas, que se debe en gran medida a la inadecuada disponibilidad de sistemas de control de temperatura e instalaciones de equipamiento. El sector del transporte de la cadena de frío farmacéutica ocupa un lugar destacado dentro del mercado de la industria de la cadena de frío y, en particular, el transporte de vacunas dentro de la cadena de frío tiene unos requisitos elevados y estrictos para mantener unas condiciones óptimas durante todo el proceso. Según Air Cargo International, "la temperatura será uno de los mayores retos del transporte".




¿Cómo garantizar la seguridad de las vacunas?



Entonces, ¿cómo podemos garantizar la seguridad de las vacunas durante su transporte y almacenamiento? Para hacer frente a esta preocupación, Haier Biomedical ha ofrecido una amplia gama de soluciones para la cadena de frío de las vacunas, que no sólo abarcan productos que satisfacen todos los requisitos de temperatura, sino que también incluyen soluciones avanzadas de supervisión de las existencias de vacunas, lo cual permite la supervisión de la temperatura las 24 horas del día y alarmas automáticas para cualquier irregularidad, maximizando así la seguridad de las vacunas.


En primer lugar, los productos de transporte y almacenamiento deben estar equipados con tecnología RFID avanzada internacional de vanguardia, que es una tecnología de comunicación inalámbrica que permite la identifificación de objetivos mediante la comunicación de datos sin contacto entre el lector y la etiqueta. Gracias a esta tecnología, los usuarios no sólo pueden controlar la temperatura de las vacunas en tiempo real, sino también obtener información precisa sobre el inventario de vacunas. También optimiza el proceso de adquisición, abordando efificazmente el problema de la acumulación de existencias y la escasez de vacunas. Por ejemplo, el refrigerador de Haier Biomedical HYC-390R RFID, equipado con funciones de automatización completa de procesos y control inteligente, puede detectar y supervisar automáticamente la información y el estado de acceso de las vacunas en tiempo real, garantizando la gestión sistemática de todas las vacunas administradas a los pacientes. Al mismo tiempo, el sistema de control inteligente de procesos mejora la efificacia y fifiabilidad de la gestión de vacunas, y permite supervisar las fechas de caducidad y facilitar el recuento automático del inventario, reduciendo así la necesidad de mano de obra y minimizando el riesgo de errores durante la gestión.


Además, el almacenamiento a baja temperatura y la tecnología IoT deben incorporarse a todo el proceso de almacenamiento de vacunas. El equipo debe estar equipado con un módulo de monitorización IoT y un sistema inteligente de gestión de muestras IoT que le permita realizar funciones de monitorización y alarma en tiempo real tanto de la temperatura en el interior de la caja como del estado de funcionamiento del equipo, garantizando así la seguridad de las vacunas las 24 horas del día. En junio de este año, un conserje empleado en el Instituto Politécnico Rensselaer apagó un congelador de temperatura ultrabaja, acción motivada por el mal funcionamiento de un sistema de alarma, que en última instancia provocó la pérdida irreparable de 25 años de investigación y un revés fifinanciero de hasta un millón de dólares. Este incidente pone aún más de relieve la necesidad de que los congeladores utilizados para almacenar muestras biológicas estén vigilados las 24 horas del día y tengan una excelente capacidad de conservación de temperatura. El congelador de temperatura ultrabaja de Haier Biomedical tiene un impresionante tiempo de conservación de temperatura de más de 60 horas tras un corte del suministro eléctrico, lo que le permite hacer frente con efificacia a diversas situaciones de emergencia.


Mientras tanto, al incorporar un módulo de visualización, un módulo de almacenamiento y procesamiento de información y un sistema BIMS en el equipo, el congelador Haier Biomedical de temperatura ultrabaja puede identifificar y registrar con precisión la ubicación en la que se almacenan las vacunas basándose en sus respectivas etiquetas, una hazaña posible gracias al uso de un sistema de escaneado. Esto permite a los usuarios sincronizar con un solo clic y acceder sin problemas a las vacunas, reduciendo así en gran medida la inversión de tiempo necesaria para su trabajo. Además, la tecnología RFID empleada durante el almacenamiento de vacunas puede desempeñar un papel crucial en el control preciso del almacenamiento y uso de las vacunas, salvaguardando así los recuentos y la seguridad de las vacunas, y garantizando que los pacientes reciban vacunas gestionadas adecuadamente.



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Para las regiones económicamente desfavorecidas y con escasez de energía, Haier Biomedical se centra en la investigación y el desarrollo de productos alimentados por energía solar e innova en la tecnología de carbono cero para el desarrollo de refrigeradores solares de vacunas. Al mismo tiempo, para mitigar el impacto de las interrupciones o fallos de funcionamiento de los equipos en regiones con recursos energéticos limitados, la empresa ofrece una serie de soluciones, como la serie RTMD, que permite la supervisión y el control remotos de las temperaturas altas y bajas, la apertura y el cierre de puertas, el registro y la detección automáticos, las alarmas en tiempo real y la gestión inteligente, y el registrador de temperatura DATA LOGGER, que registra la temperatura de los equipos en tiempo real y alerta rápidamente a los usuarios de cualquier flfluctuación anormal de la temperatura para garantizar la seguridad de las vacunas en todos los aspectos. La empresa también ha introducido un sistema de servicio personalizado, con el objetivo de mejorar sus productos y satisfacer las necesidades específificas de sus clientes, mejorando así la conveniencia y universalidad de sus productos en la región local.


A lo largo de los siglos, las vacunas han trascendido las fronteras del tiempo y el espacio, contribuyendo notablemente a salvaguardar la vida y la salud de personas de todo el mundo. Haier Biomedical también ha hecho grandes avances, superando con éxito un reto tras otro al tiempo que ampliaba rápidamente su despliegue industrial, introduciendo constantemente productos innovadores y con visión de futuro, y mejorando continuamente sus soluciones de cadena de frío para vacunas. Estos esfuerzos han contribuido signifificativamente al conocimiento y la experiencia de Haier Biomedical para el establecimiento de un ecosistema médico y sanitario líder a nivel mundial.